viernes, 27 de julio de 2012

Acto I Escena IV - ESCORPIÓN


                                                                                                           
 

                        Afrodita  y Eósforo-Hades

 
Eósforo.- (Desde el interior) ¡Afrodita!...¡Afrodita!...

Afrodita.- (Intenta buscar a quien la está llamando) ¿Quién eres? ¿Dónde estás?...

Eósforo.- Soy Eósforo...Estoy aquí en el fondo

Afrodita.- ¿En el fondo de dónde? ...¿Del mar?

Eósforo.- (Confuso) No sé si es el fondo del mar, o si estoy en el cráter de un volcán.

(Se oye un sonido similar a la erupción de un volcán que hace estremecer a Afrodita. Intenta huir pero al dar la vuelta a una de las columnas, queda atrapada entre los brazos de Eósforo que se ha convertido en Hades y  aparece, de repente, con su capa y corona de fuego)

Eósforo-Hades.- ¡Mi amada Perséfone!

Afrodita.- (Intenta desembarazarse ) ¡Suéltame!. yo no soy Perséfone, soy Afrodita (no logra quedar libre). Déjame, o juro que jamás vivirás el amor..

Eósforo-Hades.- (La libera) ¡No!, tú no eres mi Perséfone, pero debes saber donde está. (Con tono amenazador) Habla, o te consumirás en el fuego de Hades.

Afrodita.-  ¡Hades!, dios del inframundo, (algo asustada) vendrás las entrañas de la tierra.

Eósforo-Hades.- De donde jamás debí salir (intenta huir, desoncertado y furioso).

Afrodita.- (Procura detenerle). ¡Espera!, quizás consiga ayudarte. Yo puedo saber donde está tu amada.

Eósforo-Hades.- (Levanta un brazo amenazador) ¡Habla!...

Afrodita.-
(Más segura) ¿Crees que te lo voy a decir a cambio de nada?.

Eósforo-Hades.- Se recompensar muy bien a mis adoradores.

Afrodita.- (Prueba a seducirle para intentar calmarle) ¿Recompensarme?, ¿ Cómo puedes tú recompensar a la  diosa del amor....; bueno, quizás sí puedas...tal vez, con tus conocimientos

Eósforo-Hades.- (Más tranquilo pero, aún dominante) Deberías saber que, Hades, griego, o Plutón para otros, no tiene conocimientos, ni tampoco sentimientos. Hades consigue lo que desea y nada más.

Afrodita.- ¡Qué persuasivo!

Eósforo-Hades.- ¡Lo soy!

Afrodita.- Y, ¿a quién transmites ese poder de persuasión?

Eósforo-Hades.- (Comienza a calmarse y se sienta a modo de rey) A los nativos de Escorpión, capaces, gracias a mi influencia, de lograr sus más ardientes deseos.

Afrodita.- (Interesada en sacarle más información) Eso es algo difícil de creer.¿Cómo se consigue’

Eósforo-Hades.- A través de la persuasión, llegando a las últimas consecuencias, pasando por encima de quien sea necesario, sin escrúpulos y sobre todo, seduciendo.

Afrodita.- ¿Seduciendo?

Eósforo-Hades.- (Brutal) ¡Sí, seduciendo; consumando el sexo.

Afrodita.- (Insinuante) El sexo forma parte de la pasión y del amor. Esos son también elementos de mis efluvios.

Eósforo-Hades.- Mi sexo no conoce fronteras, ni tiene condicionamientos. Representa el acto en sí mismo, la voluptuosidad y la lujuria; el placer junto con los más oscuros deseos.

Afrodita.- ¿Y, eso es exclusivo del signo Escorpión?.

Eósforo- Hades.- No, en efecto... La naturaleza humana es ¡una!. Amor, odio, sexo..., son características propias de todos los seres humanos.

Afrodita.-  Entonces,¿ dónde está la diferencia?.

Hades.- La diferencia está en la importancia que cada uno le de a este aspecto de la vida. Cualquiera puede ser más o menos sexual; los signos del Zodiaco tan sólo matizan el concepto sexo, digamos que, (hace algún gesto erótico) en sus distintas formas de manifestación.

Afrodita.- (Decepcionada) Así que, el sexo no tiene influencia sobre los planos básico de la existencia humana ¿verdad?.

Eósforo-Hades.- Por supuesto que la tiene .En el plano físico es el acto en sí mismo. En el plano mental se transforma en energía comunicadora.  Y en el plano espiritual, el sexo se transmuta, liberando las pasiones.

Afrodita.-   Para Afrodita los más importante es cuando sexo y amor van al unísono;  eso es para mí ¡la pasión!

Eósforo-Hades.- (Reacciona, se vuelve a poner algo violento) Cómo la que yo siento por mi Perséfone. (Va hacia Afrodita y la intenta agarrar ) ¡Ven, Perséfone!.

Afrodita.- (De mal humor) Te he dicho que yo no soy.

Eósforo-Hades.- (Intenta de nuevo agarrarla) Perséfone..., ¡mi pasión!. Vuelve al inframundo.

Afrodita.- (Procura huir) ¡Eósforo!, ayúdame.

Eósforo-Hades.- (Quita el cordón de su capa, alcanza a Afrodita y a pesar que se resiste consigue atarla a una de las columnas) Perséfone...¡Al fin mía!.

Afrodita.- (Grita) ¡Eósforo!...¡Eósforo! (Se le queda mirando fijamente e intenta convencerle) Tú, no eres Hades, eres Eósforo (al ver que no puede liberarse, cambia de táctica); dame, ingrato, al menos la esencia de Escorpión y voluntariamente iré contigo.

Eósforo-Hades.- Primero tendrás que sufrir mi venganza.

Afrodita.- ¿Qué motivos tienes para querer vengarte de mí?

Eósforo-Hades.- (Furioso) Haberme abandonado.

Afrodita.- Te he dicho que no soy Perséfone, yo no te he abandonado.

Eósforo-Hades.- Me vengaré igualmente...tan sólo por placer.

Afrodita.- Se volverá en contra tuya una venganza tan injusta.

Eósforo-Hades.- No importa, merecerá la pena si con ello consumo mi sed de venganza.

Afrodita.- (Altiva) No podrá tu venganza alcanzar a la diosa del amor, en cuyo espíritu armónico no tiene cabida una acción tan vil.

Eósforo-Hades.- (Obsesivo) ¡Me vengaré! (Toma la cuerda con la que está atada Afrodita y va a estrangularla)

Afrodita.- (Muy segura) Jamás conseguirás vencer la llama del amor.

Eósforo-Hades.- (Quiere utilizar la cuerda pero una misteriosa fuerza no le deja llegar hasta Afrodita )  Ninguna fuerza impedirá que llegue hasta ti. ( Sigue forcejeando consigo mismo hasta que se da por vencido)

Afrodita.- ¿Lo ves? ; a la diosa Afrodita sólo la vences con amor.

Eósforo-Hades.- (Vuelve a estar desconcertado) ¿El amor? ¿Dónde está el amor.

Afrodita.- En la belleza y en la armonía encontrarás el amor (Le señala las rosas)...en las rosas hay amor...


Eósforo-Hades.- (Piensa; se calma y hace un gesto afirmativo. Toma una de las rosas de la guirnalda, se la acerca a sus labios y luego la pasa por los de Afrodita, después se la coloca en el escote, acariciándole el pecho) Mira, que erótica es “La rosa de Escorpión”


Afrodita.- (Se siente misteriosamente seducida y como en estado de trance, dice el poema que la rosa le ha inspirado)

                                             Para Escorpión
                                             será, intensa,
                                              la rosa
                                              de pasión
                                              que Hades
                                              rescató indemne
                                              de las entrañas
                                              de la Tierra
                                              y cual mítica
                                              Ave Fénix
                                              resurgida, así,
                                              de sus cenizas,
                                              y en unión
                                              de la carne,
                                              se multiplicará
                                              con voluptuosidad
                                              por lo siglos
                                              de los siglos...
                                                  
                                                            http://www.youtube.com/watch?v=fdDwUyiu9BI
     
(Cierra los ojos y suspira, algo erótica)

Eósforo-Hades.- (Creyendo que la ha seducido) Y, ahora...ven conmigo.

Afrodita.- (Reacciona,alarmada) ¡No!...suelta... Tú no eres Hades, eres Eósforo.....¡Eósforo! ¡Ayúdame!...¡Urania!, musa de la Astrología, yo te invoco...¡Urania!...                                        

Eósforo-Hades.- (Al escuchar la innovación huye ) No escaparás, Perséfone,  ¡ nunca  te librarás de mi! ....(desaparece).

(Vuelve a escucharse el sonido de un volcán)

Afrodita.- (Desesperada al no poder soltarse) Pero, ¿qué mala jugada es ésta del destino? (grita) ¡Urania!...¡Urania!... (Se resigna) Bueno al menos he conseguido la fuerza de la energía sexual de escorpión, ¡La pasión!...



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 © Cristián Mínguez  - SGAE nº 99225

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